Música

Esto suele pedirse a gritos en reuniones de gente alegre cuando se quiere dar animación al concurso y entusiasmo a los espíritus decaídos. ¿Música? ordena el general cuando lleva a sus soldados al combate para que los ecos marciales alienten la natural timidez del recluta. Con cantos populares entretiene el jornalero las horas de su penoso trabajo y el caminante su cansancio; la música solemniza todo acto público que requiere ostentación. Con ella se logra conmover los corazones más refractarios a la sensibilidad. Siendo pues la música elemento moralizador, conviene que forme parte de la educación de todas las clases sociales para que no sólo sirva de recreo, el más inocente y puro, sino que vaya abriendo los gérmenes de dulzura que yacen dormidos en la edad primera y que conviene despierten vigorosos y bien dirigidos para influir en el resto de la vida. Autor: José María Marzal Cary y Rebelo (1831- 1896) . Revista Exposición “González Santana” de 2001.